La palabra Startup es un término que ha venido cogiendo mucha fuerza en los últimos años y que hace referencia a aquellas empresas que aún son jóvenes o recién creadas y que tienen grandes posibilidades de crecimiento. Las startups se caracterizan por ser negocios escalables y crecer de forma mucho más eficiente y rápida de lo que lo haría una empresa tradicional.
La mayoría de las startups han nacido de ideas creativas e innovadoras enfocadas en necesidades que siempre han existido en el mercado pero que eran ignoradas. En muchas ocasiones han nacido de dolores cotidianos de ciudadanos que no han sido tenidos en cuenta por años, o de procesos, servicios o beneficios de los que muy pocos podían ser parte.
Pero precisamente ahí es donde llegan a hacer la diferencia estas empresas emergentes, donde llegan a cambiar las reglas del juego, reduciendo brechas importantes y promoviendo el acceso a cosas que antes eran impensables.
La innovación no solo se trata de crear cosas nuevas, también de hacer mejor aquello que ya existe. Por eso para las startups es tan importante la tecnología y ha sido la base fundamental para el crecimiento de muchas, pues en ella encuentran una gran aliada al apalancarse de su alcance para impactar a una mayor cantidad de personas.
Dentro de todos los procesos que han llevado a cabo estas empresas, se han identificado muchos tipos de inclusiones a los que le apuntan con sus modelos de negocio, dejando de lado ese viejo modelo que solo tenía como foco central la generación de ganancias propias.
Inclusión financiera
Esta es una de las mayores apuestas que se ha hecho, pues es uno de los grandes dolores de los ciudadanos. En América Latina y el Caribe el porcentaje de población adulta con acceso a una cuenta en el sistema financiero es de 54,4%, una cifra menor al promedio mundial que está en 68,5%.
Las nuevas empresas, la mayoría de base tecnológica, están reconfigurando el sistema financiero, agilizando las opciones de pago, de facturación, reduciendo los costes, mejorando el servicio al cliente, entre muchas otras acciones que han plantado un precedente para un servicio financiero diferente e incluyente.
Inclusión laboral
“Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad, de las que casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento”. Un dolor cotidiano, una necesidad que siempre ha estado ahí pero que ha sido muy ignorada por años.
Es ahí donde han llegado portales de empleo incluyentes, que piensan en la diversidad de habilidades que existen, generando un impacto de doble vía, pues por un lado están las personas con capacidades diferentes a las que se les ofrecen mayores oportunidades para insertarse en el mundo laboral, pero también se están educando a las mismas empresas acerca de todo el abanico de posibilidades que tienen para hacer de sus equipos, grupos diversos y por ende, poder generar propuestas únicas.
Inclusión en servicios públicos
“En 2021, la cobertura de energía en Colombia será de 97,5%. Sin embargo, en 6% de los municipios del país, menos de 15% de la población accede a acueducto”. Estas cifras hablan claramente de una falta de acceso a servicios básicos, y aunque hemos venido aumentando el porcentaje de cobertura, aún nos falta.
Esta también ha sido una gran apuesta de varias startups, en donde a pesar de que este déficit es de conocimiento público, ellas se han apersonado de esta necesidad que siempre ha estado ahí, pero como mencioné anteriormente, ha sido ignorada o dejada de lado. Trabajar por, con y para la comunidad, ha venido siendo un gran reto disruptivo e importante en los procesos de inclusión y equidad.
Inclusión digital
Este tipo de inclusión casi que está implícito en el ADN de las startups, además, toda la situación que trajo consigo la pandemia aceleró estos procesos y nos hizo más conscientes de todas las cosas que podemos hacer de manera digital, siendo más ágiles y eficientes. Sin embargo, también se enfatizó en la brecha digital que existe y por la que muchas de estas empresas están trabajando al identificar esa necesidad de interconexión.
Aquí nos podríamos quedar eternamente enumerando todas las inclusiones a las que le han apostado los nuevos modelos de negocio, sin embargo, lo que vale la pena rescatar de todo esto, es el cambio de chip, en el que las empresas están dejando de pensar solo en sí mismas, para entender que todo lo que hacen tiene un impacto importante y que pueden generar un cambio radical e incluyente en la forma de hacer las cosas, y lo están haciendo.
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